lunes, 24 de marzo de 2025

¿Cómo superar mis celos?

¿CÓMO SUPERAR MIS CELOS?

Al igual que el dolor, los celos son un síntoma, no un diagnóstico. Si se tiene un dolor punzante en el talón, podría ser espolones óseos, podría ser el inicio de una enfermedad, o tal vez es hora de quitarse los tacones de aguja.

Los celos te dicen que hay un problema. No te dice dónde radica ese problema. Y cuando los maridos cornudos piden consejo, a menudo dicen: "¿Cómo puedo superar los celos?" La gran pregunta es, ¿deberías?

A veces el problema es la inseguridad del marido. Su mujer le ha colmado de amor y atención, sabe que estará allí si realmente la necesita, y sin embargo, de alguna manera ahora que está en una cita se siente insignificante y pequeño.

En esos momentos, el consejo es "manejarlo por su cuenta". Sí, es tentador interrumpir los buenos momentos de la esposa para que el marido alivie su propio dolor. En general, la mayoría de los maridos, quieren que su mujer regrese de una cita y esté feliz de verle, en lugar de sentir y alegrarse de que haya tenido una buena noche. La mayoría de las buenas relaciones cornudas involucran alguna que otra noche más solitaria de lo que el marido desearía mientras la esposa se divierte con otro hombre.

Los celos son como el dolor. Y este enfoque implacable en "superar los celos" a menudo permite que los monstruos prosperen. Porque si este dolor celoso significa un problema real, lo primero que se quiere hacer es "superarlo". Si un marido está herido porque su mujer se quedó en la casa de su amante sin llamar a casa primero, el enfoque de "aguanta y ya te acostumbrarás" en realidad, es un consejo terrible.

A veces, un marido está celoso porque su mujer, o su amante, hizo algo que ignoró sus necesidades, o le trató como algo desechable, o le empujó a un lado a favor de otra persona, y eso no está bien. "Pasar" de los celos es como el tipo con dolores punzantes en el pecho sentado en su silla y diciendo: "Está bien, esto ya se pasará".

La verdad es que manejar los celos en las relaciones entre una pareja cornuda, particularmente al principio, es realmente difícil. Lo que se tiene que hacer es tener la madurez para decir: "Está bien. Estoy pasando un mal momento a causa de los celos en este momento. ¿Por qué es esto?"

Hay que tener en cuenta de que no todos los episodios de celos son culpa de alguien. Los accidentes ocurren también entre buenas personas. Buscar un chivo expiatorio por cada mal sentimiento que se tenga, puede llevar al desastre. Sin embargo, hay que darse cuenta de que algunos sentimientos de celos son culpa de alguien porque te están tratando mal, y estos celos son un dolor que significa una falta de respeto que no se debe tolerar.

Cada hombre celoso tiene que preguntarse por sus propias necesidades y decir claramente qué se puede hacer y qué no se puede hacer, incluso si esas peticiones son tontas, o parecen estúpidas, o no puedes explicar adecuadamente por qué necesitas estas cosas de tu pareja. Sin embargo, se debe tener cuidado de no meter en interminables prohibiciones a la pareja, por celos que nunca se acaban. No se puede estar prometiendo interminablemente que esta nueva cosa, que no puede hacer o sí debe hacer, aliviará los celos cuando ella lo haga o lo deje de hacer.

Hay que ver si se le dijo a la esposa que estaba bien que lo hiciera, y no culparla por actuar con un permiso dado voluntariamente para algo de lo que ahora uno se arrepiente, sin embargo, a veces hay que mirar a la esposa a los ojos y decir: "Sí, pensé que iba a estar bien con esto, y no lo estoy, así que no te culpo por lo que hiciste, pero no puedo manejar que eso vuelva a suceder en este momento".

Uno tiene que ser un defensor de sus propias necesidades, sin embargo, hay que tener respeto y empatía no solo por la pareja, sino también por los hombres que están con ella, no tratándolos nunca como una muñeca y muñecos humanos que hagan lo que el marido quiera para su diversión, recordando que también tienen sus necesidades. Todo esto es complejo, pero ante los celos se debe empezar diciéndose: "Estoy celoso.¿Qué significa esto?"

martes, 18 de marzo de 2025

Imágenes comentadas

 IMÁGENES 


Las citas de mi esposa dan lugar a numerosas oportunidades para que se den numerosos aspectos de dominación por su parte, y de humillación por la mía, algo que a los dos nos gusta mucho y es uno de los grandes atractivos de ser una pareja cornuda.

Ella suele follar los viernes o los sábados, y entonces, el lunes o el martes me pone una jaulita de castidad para que no me la menee y podamos disfrutar juntos cuando haya terminado con su amante.

En alguno de esos días me recuerda lo que va a tener entre las piernas y cosas por el estilo, lo que supone alguna que otra humillación oral. 

Pero a mi lo que más me gusta es ir con ella al club donde ha quedado con su amante.

Me gusta observar como se tocan, como se calientan y como se meten mano, cada vez con más descaro. Y sobre todo me gustan muchísimo las miradas que ella me echa en esos momentos. Miradas de complicidad, de burla, de deseo; miradas que me excitan muchísimo y cómo ella lo sabe pues me las prodiga.

¡Cuánto placer hay en unos cuernos bien puestos!



jueves, 13 de marzo de 2025

Macho dominando al marido

MACHO DOMINANDO AL MARIDO

Es una pareja que conozco desde hace tiempo. A ambos les gusta ser utilizados y dominados por mí y como a mí me gusta utilizar y dominar formamos un trío perfecto.

Enseguida entramos en acción, no nos gusta estar con muchos prolegómenos. Hoy lo he hecho de la siguiente manera:

Le ordeno al marido que desnude lentamente a su encantadora mujer frente a mí mientras nos besamos. Una vez que está desnuda lamo sus pezones erectos y deslizo mi dedo entre la entrepierna para sentir su humedad. 

No tardando mucho tiempo, la tiro sobre la cama y comienzo a follarla agresivamente. Después de unos 10 minutos de follar duro, me levanto y le digo al cornudo que pruebe el coño mojado de su esposa en mi polla dura. 

La esposa dice con entusiasmo y hasta con alegría: "¡Esto es tan excitante!". Mientras empuja la cabeza de su marido hasta el fondo de mi polla. 

Vuelvo a follar con la ansiosa esposa, pero antes le digo al cornudo marido que se ponga debajo y lama el clítoris de su mujer mientras yo estoy jodiendo con ella.

Le meto la polla muy profundamente y ella se vuelve loca de satisfacción y placer por la combinación de pollazos profundos y la humillación de su marido lamiéndola mientras mis bolas golpean su rostro. 

 Varias veces saco mi polla dura del coño y la meto profundamente en la boca del marido mientras le digo: mira lo rico que está el coño de tu mujer. Luego se la vuelvo a meter a ella.

  Ella se empieza a correr con mucha intensidad. Sus contracciones son brutales. Mi polla rápido se pone en condiciones de correrse también. Le digo al cornudo que observe como me corro profundamente dentro del coño de su gimiente esposa. El lo hace. Es un cornudo mirón y un cornudo sumiso que le gusta mucho la humillación.

 Después de correrme, la saco y le digo al cornudo marido que me chupe la polla si quiere probar el chorreo de leche que he dejado para él. Todavía hay esperma saliendo de la cabeza de mi polla y él puede chuparlo y tragarlo y probar mi leche directamente.

¿Te ha gustado? Le preguntó.

  Como su respuesta es afirmativa le digo que en el coño de su mujer hay mucho más. Que lo lama y la deje bien limpia. Así lo hizo.

Tanto él como su esposa me agradecieron generosamente lo que había hecho y lo bien que lo habían pasado, antes de que me fuera. Esta es mi forma favorita de dominar y humillar al esposo y joder a la esposa, pero en este caso ellos han disfrutado y yo también. Por eso es por lo que nos vemos con frecuencia.





jueves, 6 de marzo de 2025

Mi deseo sexual.

 MI DESEO SEXUAL

Confesiones de una esposa ardiente, de

 una hotwife.

        Amo a mi esposo profundamente y con todo mi corazón. Nunca amaré a otro como lo amo a él. Entonces, ¿por qué disfruto tanto de follar a otros hombres? Pues solo por excitación, por deseo sexual.

    A veces tengo el encuentro perfecto que me recuerda por qué hago lo que hago. No es más que puro deseo sexual.

    A veces encuentro a alguien que es como yo. Le encanta el sexo y le encanta dar buen sexo. Él es el amante más intenso y con el que más disfruto. Vive fuera, pero está aquí por trabajo.

Nos vemos con frecuencia y el hambre entre nosotros nunca cesa, el deseo y la excitación se vuelve más intensa entre las visitas. Me encanta besarlo. A veces nos besamos hasta el punto de agotamiento. Casi siempre follamos de la misma manera.

        Fui a verlo el sábado pasado, vestida como a él le gusta. Bueno, siempre me visto con ropa que sé que a él le gusta.

    Inmediatamente caí de rodillas. Le bajé los pantalones y con hambre chupé su polla, tenía muchas ganas de chupársela hasta que me saciara. Tengo, la costumbre o la necesidad, de poner su polla en mi boca antes de hacer cualquier otra cosa. Lo anhelo.

        El me necesitaba igual. Pronto me estaba tragando la primera muestra de lo que vine a buscar. No tardó mucho en estar entre mis piernas lamiendo mi coño casi inmediatamente después de lanzar su carga por mi garganta. Simplemente no puede esperar a veces y eso me encanta de él.

        Lamió, chupó y provocó mi clítoris, manteniéndome al borde el tiempo suficiente para que me corriera con una intensidad loca y convulsiva. Apenas podía comprender lo que estaba sucediendo, pero sé que estaba gruñendo algo en respuesta, ya que él no se detenía. Sinceramente, pensé que iba a perder el conocimiento.

        No tuve tiempo para recuperarme de mi orgasmo, pero tampoco quería hacerlo. Quería su polla dentro de mí, de inmediato. Necesitaba sentirlo dentro de mí hasta la empuñadura. Profundo, penetrante. Quería ser consumida y dominado por él.

      Estuvo dentro de mí en unos minutos, y respondí envolviéndolo con fuerza. Mis caderas se movían hacia arriba para encontrarse con cada uno de sus empujes hacia abajo. Gruñí con cada impacto. Lo quería más profundo, más duro. En un momento mis piernas se cerraron alrededor de las suyas para crear más fricción en movimientos más lentos, y de repente llegamos juntos en una serie de largos y explosivos momentos.

    

    Todavía puedo escucharlo gemir y gruñir en mi oído ... el solo pensar en ese momento juntos hace que mi coño se retuerza por él otra vez ... No puedo tener suficiente.

    El sexo fue más intenso ese día que nunca. No puedo explicarlo, y no estoy segura de necesitarlo. Sé que él lo entiende, y eso es todo lo que importa. Ya estoy deseando verlo de nuevo. Me cuesta mucho esperar para verlo. Pero no le amo. Todo lo hago por deseo sexual, por lujuria.

viernes, 21 de febrero de 2025

viernes, 14 de febrero de 2025

¡Alimentando la curiosidad de un cornudo!

 

¡alimentando la curiosidad de un cornudo!

    En un foro de cornudos, una esposa contó que estaba preocupada de que su esposo tuviera motivos ocultos (bisexualidad) para compartirla y animarla a que se acostase con otros hombres, ya que le hacia muchas preguntas sobre los genitales de sus amantes: cómo era de larga su polla, si era más gruesa que la suya, si los testículos colgaban o estaban muy pegados a la polla, etc.

    En algunas ocasiones sí que sucede que un marido, bisexual u homosexual que siempre ha estado en el armario, quiera que su mujer tenga relaciones con otros para así tener contactos sexuales con ellos. Pero esto ocurre en pocos casos.

    Esta mujer se sentía bastante incómoda de proporcionarle tantos detalles a su marido, pero esta incomodidad, en un principio, es bastante corriente, ya que las mujeres no están acostumbradas a hablar con hombres de la polla y los huevos de estos. Además, la mayoría de esposas temen herir los sentimientos y la confianza en sí mismos de sus maridos, si son honestas.

    Cualquier mujer que tenga marido o prometido, puede estar totalmente segura de que esta curiosidad es 100% normal. Yo diría que bastante saludable. Los maridos cornudos están obsesionados con el símbolo más obvio de la cornudez: la polla que le meten a su esposa.

    Como marido cornudo, tengo que reconocer, que cuando mi mujer empezó a traer a uno de sus amantes a casa las tardes y noches de los fines de semana, éste me dijo que le parecía que le miraba mucho la polla fuera de los momentos en que estaba jodiendo con mi esposa. Me reí y le dije que era como escuchar historias de fantasmas y poder verlos por mi mismo.

    Un marido cornudo necesita saber todo lo que pueda sobre los hombres que están con su mujer, pues sus pensamientos están completamente obsesionados con la esposa y con su macho la mayor parte del tiempo, pero especialmente durante las citas. Durante ese tiempo, la imaginación del marido intenta llenar los espacios en blanco que sus propios ojos aún no han visto y cuantos más detalles tenga, más fácil podrá hacerlo y, lo que es más importante, se sentirá incluido.

    Ninguna esposa tiene que sentirse culpable por el inevitable efecto de burla y humillación, cuando le dice a su esposo que la polla de su novio es más larga o más gorda que la suya: él quiere escuchar eso y espera escuchar eso. Incluso si ha visto esa polla, todavía quiere que su mujer se lo diga. Cuando un marido no obtiene respuestas por parte de su mujer, es muy probable que sienta que se le están guardando secretos, y el dolor que puede sentir por ello supera con creces la incomodidad fugaz de una comparación entre su polla y la del macho que da placer a su esposa y también a él.

jueves, 6 de febrero de 2025

Inicio

 

INICIO


He tenido el secreto deseo de compartir a mi mujer desde hace mucho tiempo, pero nunca se lo he dicho, me da miedo hablar de eso con ella. Somos de un país musulmán, aunque no somos practicantes de ninguna religión y desde que éramos jovencitos vivimos en Francia. Ahora yo tengo 46 años y ella 41 y no tenemos hijos.

En nuestro país y en nuestra cultura ese es un tema prohibido y quizá por eso nunca le dije nada.

Hace poco leí una publicación sobre Cap Agde, en Francia. Un lugar donde van muchas parejas cornudas y swingers. Entonces pensé cómo iniciar el tema con mi esposa. Una noche abrí la caja de Pandora.

Estábamos ya en la cama y nos pusimos a jugar.  Comenzamos a besarnos. Me armé de valor y le pregunté cuál era su fantasía sexual. Ella es tímida y me dice que yo le diga primero cual es la mía.

Yo le susurré:

  • Quiero ir a una playa nudista contigo. ¿Quieres venir conmigo?

Me miró a los ojos y dijo:

  • Sí.  Pero desnuda del todo no, solo en topless.

Vi en sus ojos que realmente lo quería.

  • ¿Pero no te pondrás celoso cuando los hombres miren mis tetas?

  • No. Estaré orgulloso de ti porque tienes un pecho precioso. 

Mi polla se endureció mientras hablábamos. Ella se dio cuenta y dijo:

  • Querido, se te ha puesto dura. ¿De verdad quieres que muestre mis tetas en la playa? 

  • Sí.

Ella me sonrió. Y comenzó a besarme profundamente en la boca. Puse mi mano sobre los labios de su coño. Estaba chorreando. Puse mi polla en su coño y ella lanzó un pequeño gemido. Sé que a ella le gusta. 

Ella preguntó:

  • ¿Quieres que solo esté tumbada en la playa o que también pasee?

  • Quiero que paseemos por la playa agarrados de la mano. Quiero que todos vean que somos pareja y que tengo la suerte de tener una esposa con hermosas tetas. ¿Lo harías por mí?

  • Sí, caminaré contigo en topless en la playa.

Cuando dijo esto, no pude contenerme y me corrí. Ella todavía no se había corrido, así que le dije:

  • Lo siento querida, no me he podido aguantar.

  •  No hay problema, está bien. ¡No sabía que esto te excitaba tanto! ¡Es interesante saberlo!

Se levantó y fue al baño. 

Al cabo de unos minutos necesitaba orinar, así que me levanté y caminé hacia el baño. Abrí la puerta ligeramente pero no entré porque escuché unos gemidos. Miré y vi a mi esposa. Ella estaba con una mano en el coño tocándose y gimiendo. Esperé mientras la escuchaba. Los gemidos se hicieron más seguidos y se corrió.

Regresé a la cama. Al cabo de unos minutos ella vino, se metió en la cama y me besó, luego me dio las buenas noches y me abrazó. No dije nada, pero ahora sé que a ella le gusta ir en topless, es un gran paso para mí.



CORNUDOS VETERANOS

CORNUDOS VETERANOS He aquí el interesante testimonio de una pareja cornuda durante 32 años. Pocas son las parejas que se mantienen cornud...